-
La UE celebra una cumbre decisiva sobre el uso de los activos rusos para Ucrania
-
Camboya acusa a Tailandia de bombardear una zona fronteriza mientras China intenta mediar
-
El Ministerio de Defensa español encarga 100 helicópteros a Airbus
-
Un ataque ucraniano con drones mata a tres personas en la región rusa de Rostov
-
Zelenski anuncia nuevas conversaciones con Washington el viernes y el sábado en EEUU
-
Un oso rebelde que escapó de un zoológico en Colombia muere en medio de su liberación
-
La Cámara de EEUU aprueba un proyecto que prohíbe los tratamientos de afirmación de género para menores
-
La petrolera BP nombra a una nueva directora general para liderar su plan de reestructuración
-
EEUU aprobó la venta de armas por 11.100 millones de dólares a Taiwán, según Taipéi
-
Disensiones en la UE amenazan la firma del acuerdo con el Mercosur
-
El gobierno de Bolivia pone fin a dos décadas de subsidios a los combustibles
-
El gobierno de EEUU admite su responsabilidad en una colisión aérea que dejó 67 muertos
-
Los migrantes venezolanos son "clave" en la economía de América Latina, destaca la OIM
-
Asesinan al futbolista Mario Pineida, del Barcelona de Ecuador
-
Condenan a prisión a activistas salvadoreños que protestaron cerca de casa de Bukele
-
El PSG y los penaltis acaban con la ilusión del Flamengo en la Copa Intercontinental
-
"Tiene nivel para entrenar en Europa": Luis Enrique elogia a Filipe Luís
-
Aumenta el número de víctimas de minas antipersona en Colombia
-
Amazon lanza el tráiler de su documental sobre Melania Trump
-
Jared Isaacman, cercano a Musk, confirmado como director de la NASA
-
La policía busca a una segunda persona tras el tiroteo en una universidad de EEUU
-
Trump instala placas en la Casa Blanca con ofensas contra Biden y Obama
-
El expresidente del club argentino San Lorenzo fue acusado de fraude
-
Netanyahu dice que aprobó un acuerdo de venta de gas israelí a Egipto
-
Peter Arnett, reportero de guerra ganador del Pulitzer, muere a los 91 años
-
¿Cómo impacta el bloqueo de Trump al petróleo de Venezuela?
-
Los Óscar serán transmitidos únicamente por YouTube a partir de 2029
-
El gremio de prensa denuncia el asesinato de un periodista en Guatemala
-
BlackRock y Dalio anuncian donaciones para el plan de gastos de Trump
-
El líder de la banda Barrio Azteca se declara culpable en EEUU de un ataque contra personal de un consulado
-
Miles de oficialistas protestan en Honduras contra el "golpe electoral"
-
El Congreso argentino inicia el debate de polémicas reformas de Milei
-
El Congreso de Perú cede a las protestas y amplía el plazo para formalizar la minería artesanal
-
Trump acompaña el regreso de los cuerpos de los soldados muertos en Siria
-
Francia prevé un ligero descenso del crecimiento del PIB en 2025, hasta 0,9%
-
Alemania inaugura un centro de coordinación antidrones
-
Condenan a prisión a un adolescente acusado de "terrorismo" por su ropa en Venezuela
-
Venezuela asegura que la exportación de petróleo continúa con "normalidad" tras el bloqueo de Trump
-
Los "Juegos del Futuro" queman la frontera entre deporte físico y virtual
-
Más de 50 fallecidos en Cuba en cinco meses por dengue y chikunguña
-
Un boxeador iraní condenado a muerte se arriesga a una ejecución "inminente"
-
Condenan a cadena perpetua a anestesista francés por envenenar a 30 pacientes
-
Starmer presiona a Abramóvich para transferir a Ucrania el dinero de la venta del Chelsea
-
El Congreso brasileño aprueba una ley para rebajar la pena de cárcel de Bolsonaro
-
Mesura, libertad de tono y descanso los martes: León XIV asienta su estilo
-
Taiwán sigue de cerca una posible victoria diplomática con Honduras
-
Australia promete erradicar el odio mientras llora a la víctima más joven del ataque de Sídney
-
La UE celebra una cumbre decisiva sobre el uso de activos rusos para Ucrania
-
Cientos de personas demandan al gobierno japonés por inacción climática
-
Trump promete un "boom económico" en 2026 para atajar la impaciencia de los estadounidenses
China y la Trampa global
En la última década, Pekín ha tejido una red de dependencias industriales tan densas que la geoeconomía mundial parece girar en torno a tres palancas chinas: escala, cuellos de botella y ecosistemas. El resultado es la “trampa” perfecta: Occidente abarató costes apoyándose en la manufactura y los insumos chinos; China, a su vez, expandió su capacidad y control sobre materias y tecnologías críticas. Hoy, ambos bloques lidian con las consecuencias: tarifas, controles a la exportación, inflación de seguridad y un calendario climático que no espera.
La palanca de la escala. El liderazgo chino en tecnologías verdes es apabullante. En energía solar, la concentración de fabricación de polisilicio, lingotes, obleas, células y módulos supera de largo el umbral de “dependencia estratégica” en todas las etapas. En baterías, fabricantes chinos dominan la capacidad mundial de celdas y, sobre todo, la cadena de componentes clave. Ese despliegue, estimulado por enormes inversiones y políticas industriales, permitió a China inundar de equipos baratos los mercados globales: bueno para abaratar la transición energética, malo para cualquier competidor que intentase producir lo mismo fuera de China.
La palanca de los cuellos de botella. La posición de China en minerales y materiales críticos —grafito para ánodos, tierras raras para imanes, metales para semiconductores— se ha convertido en poder geopolítico. Desde 2023, Pekín introdujo licencias a la exportación de germanio y galio, y extendió controles al grafito. En abril de 2025, añadió restricciones a varias tierras raras y a imanes permanentes, instaurando además trazabilidad obligatoria del sector de imanes. Estas medidas no equivalen a un embargo general, pero sí han ralentizado cadenas globales con retrasos, incertidumbre regulatoria y picos de riesgo para fabricantes de automoción, electrónica y defensa. Las economías avanzadas, conscientes de su exposición, han respondido con planes para diversificar suministro y hasta con la idea de precios de referencia y reservas coordinadas para amortiguar los sobresaltos.
La palanca del ecosistema. No es solo producción: China exporta estándares, financiación y mano de obra especializada. En Europa, los grandes proyectos de baterías y coches eléctricos dependen de tecnología, maquinaria y personal técnico chinos. Esa capilaridad refuerza la asimetría: el capital y la ingeniería fluyen desde China, mientras la dependencia tecnológica del receptor se consolida.
La reacción occidental. Washington ha elevado sustancialmente los aranceles a productos chinos estratégicos —vehículos eléctricos, células solares, semiconductores y equipamiento— y endurecido los controles de exportación de tecnologías de chip avanzado y la maquinaria necesaria para fabricarlos. Bruselas, por su parte, impuso derechos compensatorios definitivos a los vehículos eléctricos de batería procedentes de China; activó investigaciones sobre subvenciones extranjeras en sectores como eólico y equipos solares; y, en paralelo, aprobó dos piezas legales clave: el Reglamento de Materias Primas Críticas (CRMA), que fija objetivos para extraer, procesar y reciclar en la UE, y la Ley de Industria Cero Neto (NZIA), que introduce criterios de “resiliencia” en subastas y compras públicas para primar componentes con menor riesgo de dependencia.
La contraofensiva de Pekín. A la presión arancelaria y regulatoria, China ha respondido activando el arsenal de sus cuellos de botella: controles a exportaciones de minerales e imanes, vigilancia reforzada del sector de tierras raras y, mirando al futuro, licencias obligatorias para exportar vehículos eléctricos a partir de 2026, con el argumento de ordenar el mercado exterior y frenar prácticas que erosionan márgenes y reputación. El mensaje implícito es claro: si el acceso a sus productos se encarece por decisión política occidental, el acceso a insumos críticos también puede tensarse desde China.
La factura económica. La “trampa” es de doble filo. En Occidente, proteger industrias nacientes o reindustrializar implica costes: los aranceles elevan precios y retrasan escalados; las normas de “resiliencia” restringen proveedores y pueden encarecer licitaciones a corto plazo. Pero no actuar perpetúa la dependencia y el riesgo de cierres súbitos en fábricas por falta de insumos. Al mismo tiempo, China paga su propio peaje: el ajuste inmobiliario prolongado, la debilidad del consumo y la deflación intermitente presionan beneficios industriales; la guerra de precios en sectores como solar y automoción exprime márgenes; y la respuesta internacional a su “sobrecapacidad” limita salidas de exportación justo cuando su economía necesita tracción externa.
El tablero energético y climático. La abundancia de paneles, baterías y coches eléctricos made in China ha acelerado la descarbonización mundial. Sin embargo, la concentración de la cadena en un solo país crea un riesgo sistémico: cualquier restricción o represalia en materias críticas (grafito, tierras raras) repercute de inmediato en las fábricas de turbinas, motores y celdas fuera de China. Para la UE y Estados Unidos, la ecuación ya no es solo precio y CO₂, sino también seguridad de suministro: una transición limpia que pueda detenerse por un expediente de licencias en Pekín no es resiliente.
¿Se puede salir de la trampa? La respuesta no pasa por desengancharse de la noche a la mañana, sino por de‑riesgar: diversificar orígenes de materias, atraer fabricación en eslabones vulnerables (ánodos, separadores, cátodos; obleas y células), acumular reservas estratégicas en puntos críticos, y coordinar normas y compras públicas que valoren la resiliencia junto al coste. A ello se suman puentes prácticos con China para estabilizar flujos esenciales, aun en medio de los contenciosos. El G7 y la UE exploran herramientas financieras y de política comercial que amortigüen la volatilidad de minerales críticos; China tiene incentivos para demostrar previsibilidad si desea mantener su papel central sin desatar una sustitución acelerada.
Conclusión. China no “tendió” una trampa en el sentido clásico; explotó con habilidad tres ventajas —escala, cuellos de botella y ecosistemas— que Occidente aceptó como atajo a menor precio y mayor velocidad. Al radicalizarse la competencia estratégica, esas mismas ventajas se han vuelto palancas de coerción y vulnerabilidad. Hoy, todos están atrapados por sus propias decisiones: China, por la necesidad de sostener el crecimiento sin cerrar mercados; Occidente, por el reto de reindustrializar sin frenar la transición ni disparar costes. Salir exigirá políticas más inteligentes que el péndulo entre apertura total y proteccionismo defensivo: construir redundancia donde duela, mantener comercio donde convenga y, sobre todo, reconocer que la seguridad industrial es ya parte inseparable de la política económica.
EU: ¿Demasiados chats y correos?
¿Fiscalidad y plataformas en línea?
UE: Independencia energética!
UE: ¡Récord de nacimientos!
UE: ¡Aumenta el gasto militar!
¿Inmigración ilegal y violencia sexual?
EU DECODERED: Ley de deforestación?
UE: ¿Empresas bajo control extranjero?
UE: Las start-ups esperan inversores
El apoyo de Trump a Ucrania y China?
Año Cultural 2024: Entre Qatar y Marruecos